Tras un día “pesado” de clases, deseando que fueran las 14:00 horas y poder sentirnos oficialmente en vacaciones, ocurren cosas imprevistas sin lógica alguna para mí…
Iba con una compañera de clase y cuando llegamos a la puerta del metro, vemos a tres señores repartiendo biblias a todo el mundo.
Le pregunté a mi compañera que si sabía que era o porque las repartían y me dijo que no, y como con la duda no me iba a quedar, decidí preguntárselo al primero que me ofreciera una.
Conforme íbamos llegando a ellos, nos miraban e iban extendiendo su brazo para darnos una. Le dijimos que no y en ese momento le pregunté a uno de los hombres…
“¿Por qué las repartís?”
El hombre, sin gesticular ni expresar nada con su cara, me contestó que era la Biblia, que eran las palabras sagradas de Dios. Que no eran como los demás libros sagrados que están “manipulados” o saturados como pasa en otras religiones (me puso el ejempo de los testigos de jehova), y que las repartían para que la gente lo leyese…
Tras mi cara, que no sabría como describirla en este momento, el hombre me volvió hacer el gesto de darme una y me dijo que la cogiera, que valían mucho dinero y que las estaban repartiendo gratis a la gente. Yo un poco asombrada le volví a decir que no, que no me interesaba, que si valían tanto dinero que mejor que la cogiese alguien que se la fuera a leer…
Miré a mi compañera y le dije… ¿Enserio?...
Para mí un poco surrealista…
Me quede pensando y le comenté a mi compañera que no entendía como si eran tan caras, tenían tantas y hacían un gasto innecesario repartiéndolas a gente donde la mayoría no las iba a utilizar, ni las iba a leer e incluso las iban a tirar, en vez de invertir ese dinero en ayudar a personas que realmente lo necesitan, “poniendo en práctica el bien”…
Al llegar a la puerta de arriba del metro, nuestros pensamientos y lo que íbamos comentando se afirmó rotundamente: PAPELERAS LLENAS DE BIBLIAS…
¿Un mundo cada vez más inconsciente?...
Sin comentarios…
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¿Será porque se acerca la Semana Santa? |